miércoles, 26 de febrero de 2014

Se fue, nos dejó el Maestro

Hoy se duerme para siempre la guitarra que lloraba
La guitarra que reía, la guitarra que cantaba
Hoy sus cuerdas incansables ya no vibran y en silencio
Desafinan sin sonido un sollozo, un lamento
Un quejido lastimero, un adiós al Gran Maestro
Se fue Paco de Lucia, nos dejó con un consuelo
Su llanto, su voz, su risa que suena a los cuatro vientos

Y su guitarra callada que se siente muy adentro